Disfraces

Están esas mujeres que piensan que es mejor tener nenas porque "la ropa es más linda que la de varón". Su objetivo principal en la vida es disfrazar a sus hijas con vestiditos con fruncidito en el pecho (sí, una antiguedad, pero todavía hay) o de Paula de pies a cabeza y sacarlas a pasear por las tardes. Tambián están los que quieren vestir a sus hijos a su imagen y semejanza y entonces les calzan zapatillas carísimas cuando el pibe ni siquiera camina o le ponen una remera con la cara del Che Guevara o John Lennon a los tres años porque da muy palermo. Un disfraz con más onda, pero disfraz al fin. No voy a decir que yo no quise elegir la ropa de mi hija , pero Valentina desoyó sistematicamente mis consejos desde por lo menos los dos años. Los abuelos le mandan de Estados Unidos divinas remeras Polo pero ella prefiere la bluza imitación Floricienta que le compra mi mamá en Carrefour. Adora el rosa, en todas sus gamas y en dosis verdaderamente empalagosas. Los voladitos, las remeras con flores (una remera blanca o azul sin ningun dibujo ni siquiera es una remera para ella) y los brillos. Posta que a veces me da verguenza salir a la calle con ella porque parece un arbolito de navidad caminando, pero bueno, despues me acuerdo de mis calzas fucsias, de mi vincha con lentejuelas, de la obsesión por lo fluo y me convenzo con un "por lo menos el disfraz lo elige ella"